Cansado de mí y mi afición por ponerle motes "cariñosos" a mis amigos en calidad de "Trabajador de la Verdad" (tal es mi profesión), y cito como ejemplos valedores a
Martí Jueu, Ander Rompebragas, Pol del Feix 0 Titis Lujuria (lo de "titis" conste que es suyo), el tal Martí decidió bautizarme con un nuevo seudónimo, capaz de avergonzarme por mi atrevimiento y perseverancia. Díjome aquello de:
"Héctor el Grande, Héctor el Glande". Bromas aparte, estoy seguro de que Martí escogió ese nombre tras contemplar el monumento que los praguenses realizaron en mi honor y que, muy humildemente, os muestro a continuación (y es verídico). Esta expuesto en pleno Stare Mesto, de visita obligada cuando viajen a Chequia.
Disfrútenlo.
1 comentario:
Pues a mí la escultura me encanta.
(Un triste intento de quitar hierro al asunto)
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