16 octubre 2005

Desde Praga con Amor (UNO)

Cansado de mí y mi afición por ponerle motes "cariñosos" a mis amigos en calidad de "Trabajador de la Verdad" (tal es mi profesión), y cito como ejemplos valedores a Martí Jueu, Ander Rompebragas, Pol del Feix 0 Titis Lujuria (lo de "titis" conste que es suyo), el tal Martí decidió bautizarme con un nuevo seudónimo, capaz de avergonzarme por mi atrevimiento y perseverancia. Díjome aquello de: "Héctor el Grande, Héctor el Glande". Bromas aparte, estoy seguro de que Martí escogió ese nombre tras contemplar el monumento que los praguenses realizaron en mi honor y que, muy humildemente, os muestro a continuación (y es verídico). Esta expuesto en pleno Stare Mesto, de visita obligada cuando viajen a Chequia.

Disfrútenlo.

1 comentario:

Carlos Luna dijo...

Pues a mí la escultura me encanta.

(Un triste intento de quitar hierro al asunto)