20 agosto 2005

Tímid intent literari

Llovizna. Incesante caída sobre lonas de tela: mojadas, frías.

Ese frío, salvaje, desgaja el rostro en pequeños fragmentos.

Los ojos, nublados ; la mirada, perdida.

Perdida en horizonte, adivinando una respuesta que no llega,

que se anhela y no se tiene.

El interior, de vidrio cristalino, empañado por el vaho,

insufrible protección del espacio vacío, apagado, ya NADA, hiriente vacuidad.

Lejos, alumbra una luz nacarada, brillante,

ostensible muestra inútil de poder, camina hacía una violácea rendición.

Nacarado violáceo muere en gris, y gris sin llama, evoca tristeza.

La luz se apaga.

Camino a las nieblas, sentimientos caídos en él, insondable olvido

que de todo se nutre. El verde esperanza no llega.

Fuera sigue lloviendo débilmente.

Y el frío desgarra la carne, indefensa y suave.

1 comentario:

Anónimo dijo...

tímid intent literari. Molt humil per part teva, nos ta gens malament