06 abril 2006

Sino

Avui que es compleixen 60 anys de la publicació del Petit Príncep, sembla un bon moment per compartir un dels fragments més emotius de la meva curta vida de lector. El capítol 21, on l'essencial, és invisible per als ulls. És llarg, ho sé, però val la pena.

21

ENTONCES apareció el zorro:

-¡Buenos días! -dijo el zorro.

-¡Buenos días! -respondió cortésmente el principito que se volvió pero no vió nada.

-Estoy aquí, bajo el manzano -dijo la voz.


-¿Quién eres tú? -preguntó el principito-. ¡Qué bonito eres!

-Soy un zorro -dijo el zorro.

-Ven a jugar conmigo -le propuso el principito-, ¡estoy tan triste!

-No puedo jugar contigo -dijo el zorro-, no estoy domesticado.

-¡Ah, perdón! -dijo el principito.

Pero después de una breve reflexión, añadió:

-¿Qué significa "domesticar"?

-Tú no eres de aquí -dijo el zorro- ¿qué buscas?

-Busco a los hombres -le respondió el principito-. ¿Qué significa "domesticar"?

-Los hombres -dijo el zorro- tienen escopetas y cazan. ¡Es muy molesto! Pero también crían gallinas. Es lo único que les interesa. ¿Tú buscas gallinas?

-No -díjo el principito-. Busco amigos. ¿Qué significa "domesticar"? -volvió a preguntar el principito.

-Es una cosa ya olvidada -dijo el zorro-, significa "crear lazos... "

-¿Crear lazos?

-Efectivamente, verás -dijo el zorro-. Tú no eres para mí todavía más que un muchachito igual a otros cien mil muchachitos. Y no te necesito. Tampoco tú tienes necesidad de mí. No soy para ti más que un zorro entre otros cien mil zorros semejantes. Pero si me domesticas, entonces tendremos necesidad el uno del otro. Tú serás para mí único en el mundo, yo seré para ti único en el mundo...

-Comienzo a comprender -dijo el principito-. Hay una flor... creo que ella me ha domesticado...

-Es posible -concedió el zorro-, en la Tierra se ven todo tipo de cosas.

-¡Oh, no es en la Tierra! -exclamó el principito.

El zorro pareció intrigado:

-¿En otro planeta?

-Sí.

-¿Hay cazadores en ese planeta?

-No.

-¡Qué interesante! ¿Y gallinas?

-No.

-Nada es perfecto -suspiró el zorro.

Y después volviendo a su idea:

-Mi vida es muy monótona. Cazo gallinas y los hombres me cazan a mí. Todas las gallinas se parecen y todos los hombres son iguales; por consiguiente me aburro un poco. Si tú me domesticas, mi vida estará llena de sól. Conoceré el rumor de unos pasos diferentes a todos los demás. Los otros pasos me hacen esconder bajo la tierra; los tuyos me llamarán fuera de la madriguera como una música. Y además, ¡mira! ¿Ves allá abajo los campos de trigo? Yo no como pan y por lo tanto el trigo es para mí algo inútil. Los campos de trigo no me recuerdan nada y eso me pone triste. ¡Pero tú tienes los cabellos dorados y será algo maravilloso cuando me domestiques! El trigo, que es dorado también, será un recuerdo de ti. Y amaré el ruido del viento en el trigo.

El zorro se calló y miró un buen rato al principito:

-Por favor... domestícame -le dijo.

-Bien quisiera -le respondió el principito pero no tengo mucho tiempo. He de buscar amigos y conocer muchas cosas.

-Sólo se conocen bien las cosas que se domestican -dijo el zorro-. Los hombres ya no tienen tiempo de conocer nada. Lo compran todo hecho en las tiendas. Y como no hay tiendas donde vendan amigos, los hombres no tienen ya amigos. ¡Si quieres un amigo, domestícame!

-¿Qué debo hacer? -preguntó el príncipito.

-Debes tener mucha paciencia -respondió el zorro-. Te sentarás al principio ún poco lejos de mí, así, en el suelo; yo te miraré con el rabillo del ojo y tú no me dirás nada. El lenguaje es fuente de malos entendidos. Pero cada día podrás sentarte un poco más cerca...


El principito volvió al día siguiente.

-Hubiera sido mejor -dijo el zorro- que vinieras a la misma hora. Si vienes, por ejemplo, a las cuatro de la tarde; desde las tres yo empezaría a ser dichoso. Cuanto más avance la hora, más feliz me sentiré. A las cuatro me sentiré agitado e inquieto, descubriré así lo que vale la felicidad. Pero si tú vienes a cualquier hora, nunca sabré cuándo preparar mi corazón... Los ritos son necesarios.

-¿Qué es un rito? -inquirió el principito.

-Es también algo demasiado olvidado -dijo el zorro-. Es lo que hace que un día no se parezca a otro día y que una hora sea diferente a otra. Entre los cazadores, por ejemplo, hay un rito. Los jueves bailan con las muchachas del pueblo. Los jueves entonces son días maravillosos en los que puedo ir de paseo hasta la viña. Si los cazadores no bailaran en día fijo, todos los días se parecerían y yo no tendría vacaciones.

De esta manera el principito domesticó al zorro. Y cuando se fue acercando eI día de la partida:

-¡Ah! -dijo el zorro-, lloraré.

-Tuya es la culpa -le dijo el principito-, yo no quería hacerte daño, pero tú has querido que te domestique...

-Ciertamente -dijo el zorro.

- ¡Y vas a llorar!, -dijo él principito.

-¡Seguro!

-No ganas nada.

-Gano -dijo el zoro- he ganado a causa del color del trigo.

Y luego añadió:

-Vete a ver las rosas; comprenderás que la tuya es única en el mundo. Volverás a decirme adiós y yo te regalaré un secreto.

El principito se fue a ver las rosas a las que dijo:

-No son nada, ni en nada se parecen a mi rosa. Nadie las ha domesticado ni ustedes han domesticado a nadie. Son como el zorro era antes, que en nada se diferenciaba de otros cien mil zorros. Pero yo le hice mi amigo y ahora es único en el mundo.

Las rosas se sentían molestas oyendo al principito, que continuó diciéndoles:

-Son muy bellas, pero están vacías y nadie daría la vida por ustedes. Cualquiera que las vea podrá creer indudablemente que mí rosa es igual que cualquiera de ustedes. Pero ella se sabe más importante que todas, porque yo la he regado, porque ha sido a ella a la que abrigué con el fanal, porque yo le maté los gusanos (salvo dos o tres que se hicieron mariposas ) y es a ella a la que yo he oído quejarse, alabarse y algunas veces hasta callarse. Porque es mi rosa, en fin.

Y volvió con el zorro.

-Adiós -le dijo.

-Adiós -dijo el zorro-. He aquí mi secreto, que no puede ser más simple : Sólo con el corazón se puede ver bien. Lo esencial es invisible para los ojos.

-Lo esencial es invisible para los ojos -repitió el principito para acordarse.

-Lo que hace más importante a tu rosa, es el tiempo que tú has perdido con ella.

-Es el tiempo que yo he perdido con ella... -repitió el principito para recordarlo.

-Los hombres han olvidado esta verdad -dijo el zorro-, pero tú no debes olvidarla. Eres responsable para siempre de lo que has domesticado. Tú eres responsable de tu rosa...

-Yo soy responsable de mi rosa... -repitió el principito a fin de recordarlo

-------------------------------------------------------------------------------------

14 comentarios:

Eisenreich dijo...

Ara que recordo, deia en 160 caràcters:
"Somiant q somiava he akabat somiant amb tu: de roses makisimes nestava ple el jardi. El Petit Princep,pero,no+ se nestimava una,i akella rosa knsentida era x ell,sens dubte la + maca."

I què n'he fet, jo, de la meva rosa?

Anónimo dijo...

"No vaig saber entendre res, aleshores! L'hauria hagut de jutjar pels actes i no per les paraules. Em perfumava i m'il.luminava.No hauria hagut de fugir mai, jo! Hauria hagut d'endevinar la tendresa darrere les seves pobres astúcies. Les flors són tan contradictòries! Però era massa jove per saber-la estimar."

Recordo que una nit de maig, de fa sis anys, a mi em quèien les llàgrimes al costat d'una paret, mentre ajudava a treure's la por a la meva domesticadora, ella em domesticava, jo, la protegia de la nit. Per mi, fa uns dies que també va ser el nostre aniversari.

*ticcu

Anónimo dijo...

"Lo esencial es invisible para los ojos"... pero todo depende de los ojos con que se mire.
Es curioso como algunas cosas cosas que creemos invisibles e impenetrables para los ojos de los demás, resultan transparentes, a pesar de nuestros esfuerzos porque no lo sean. Sin embargo, otras que creemos obvias, y que en ningún momento hemos pretendido ocultar, constituyen un misterio para los ojos que se han acostumbrado a esperar unas determinadas actuaciones.
A veces puede ser bueno romper el rito en el proceso de domesticación, y observar el desconcierto que esto genera.

Anónimo dijo...

Hace el amante a su amado... és dur pensar que al cap i a la fi, si hagués nascut a Dublín, ni jo trobaria a faltar la gent que estimo ni la gent que estimo em trobaria a faltar a mi! de vegades ens deixem enganyar pel fet que algú ens estima, i podem arribar a pensar que som especials per aquella persona! Que va! si no hi fossis tu, hi hauria un altre, i tots tan feliços. Dona l'impressió que hem creat una estranya mitologia per tal d'apartar del nostre cap aquesta idea tan sumament desagradable. De totes formes, això no implica que si tu t'estimes algú, per aquest motiu, passi a ser menys important.


"Por muchos argumentos en favor del determinismo que me digas, cuando yo me acuesto, me siento libre".

Si es que "la realidad" es demasiado dura para mirarla a la cara...


P.D: Sento haver destrossat el teu moment emotiu rajando aquí a lo Popper. Som amics? xDDDD

Anónimo dijo...

Podria vomitar aquí tantes coses que tinc a dir... però no resulta poètic escriure vomitar com a segona paraula. L'ideal poètic... ah! cuánto mienten los poetas. Y todo lo perecedero no es más que un símbolo. -Gràcies-.

Si hagués de seleccionar un dels textos que més m'han colpit i que, en certa manera, han estat l'enclusa que ha rebut els cops del meu caràcter, seria aquest que has triat. Però això ho saps prou bé. Hauria de tornar-me a vestir?

L'he llegit tantes vegades... i en tantes llengües... -disculpa, en català em sona molt millor, potser perquè així fou com el vaig llegir per primera vegada-. I com quan un escolta sempre la mateixa cançó, el tinc tant interioritzat que ja quasi no m'afecta trobar-lo perdut per internet -descontextualitzat, per cert. En certa manera li trobo un caràcter infantil, potser perquè em recorda els meus pensaments -infantils- de quan el vaig llegir per primera vegada. Quin atavisme! Però m'agrada molt.

Especialment, m'agrada quan diu: sou boniques, però esteu buides.
-no comments-

--------------------------------
Aquí es marca la transició entre adeptes al blog i passatgers de trànsit: seguiràs llegint?
--------------------------------

El text és bell, al meu entendre, pel seu component mitològic. Hi ha dues frases clau: "només es veu bé amb el cor" i "l'essencial és invisible als ulls". Podria no ser veritat. Per això la guineu ens ho presenta com un secret. Com si revelés alguna sapiència antiga ja oblidada. Em recorda al llibre del Tao, i per això m'agrada. És un cop dur al pragmatisme contemporani, però precisament el fet de ser tan adequat en tantes circumstàncies de la "vida moderna" li fa perdre punts, com si clamés al cel que algú havia d'escriure això, com si fos alguna cosa que tots teníem amagat en algun lloc, per tant, com un pensament vulgar.

Però m'agrada. M'agrada el P.P. plantant-se davant de les roses i dient-los a la cara: sou boniques però esteu buides.

Però voldria que no m'agradés, perquè on diu boniques vol dir presumides i de presumides a buides hi ha un pas bastant petit.

Què vol dir buides? De vegades accepto massa ràpid les frases boniques, però buides.

Eisenreich dijo...

/m'he pres un temps necessari per escriure-hi...

Que hi ha múltiples interpretacions emocionals per a un mateix fet concret, no és nou. D'aquí el "depèn dels ulls amb què miri's". Els sentits ens enganyen? No..però les impressions instantànies són efímeres, volàtils.

Cal quelcom més per donar entitat als impulsos/sensacions/capritxos: Aquí la grandesa en aquest "essencial invisible als ulls", en aquesta implicació emocional sense igual (domesticar), i el risc de crear llaços.

La metàfora és fantàstica.

Reprenent: Ander, perdona'm, però crec que no has entès què intenta dir el text.

Si no ens coneguèssim, evidentment, no hi hauria un buit a la meva vida. Com dius, en el teu lloc hi hauria algú altre.
Series una rosa bonica, com tantes altres, buides.

Buides perquè ni el Príncep té necessitat d'elles, ni al revés. És quan comença la domesticació, que això canvia. I el raonament, és a POSTERIORI. La rosa, la guineu, són especials [amb tots els pros i el gran contra] DESPRÉS DE..abans, abans no eren res, i ara, ara jo no sabria [no sé] com viure sense elles.

Abans, eren buides: no significaven res, i així podria haver continuat. La qüestió és que no ha estat així, i d'ara en endavant ets responsable de la teva rosa.

Perquè [i acabo amb la meva frase preferida] diu la guineu: "Lo que hace más importante a tu rosa, es el tiempo que tú has perdido con ella"

"Porque es mi rosa, en fin."

Anónimo dijo...

Estimat professor,
Sé que volies que comentés exactament el que planteja el text, xo es k a mi em va donar per tractar el tema que A PRIORI no som ningú, que el nostre valor és algo relatiu... ho trobo superdramàtic.

Així doncs estic suspés? El pròxim cop intentaré no sortir de la pauta marcada. (xDDDD)

P.D: Suposo que vaig treure el tema pq tot i ser dur, és una de les úniques coses a les que es pot agafar un per relativitzar la seva rosa.

Anónimo dijo...

Com deia Borges tothom neix o bé platònic o bé aristotèlic. És evident que Saint-Exupéry va néixer platònic, almenys aquesta és la conclusió que en trec després de llegir aquest capítol. El llop totalment platònic convenç el Petit Príncep representant de l'aristotelisme, perquè aquest últim el domestiqui i d'aquesta manera crear vincles d'amistat entre el llop, tot i que l'opinió del Petit Príncep és que no val la pena que el domestiqui perquè després haurà de marxar i el llop s'entristirà perquè ell ja no hi serà. I el Petit Príncep té raó. Però també la té ell llop, que al cap i a la fi, el que queda, són els records. Ara mateix m'és impossible de continuar escrivint, perquè un capullo em fot fora de l'ordinador de la uni, però ja acabaré si puc.

Anónimo dijo...

Torno a ser jo. Tal i com anava dient, tant el llop com el Petit Príncep tenen raó. Al conte però, el llop és qui porta la veu cantant. A la vida real, però, també triumfa l'idealisme? També val la pena estimar, encara que després això sigui causa de sentiment dolorosíssims? O és millor convertir-se en una roca resistent com l'acer? Jo, que a vegades sóc aristotèlic i a vegades sóc platònic, (encara no he acabat de descobrir ben bé què he nascut jo, tot i que tingui les meves hipòtesis), crec que val la pena estimar encara que després pugui girar-se en contra teva la situació (en aquest cas ell llop). Perquè, sinó, com seria la vida? L'Héctor em deia l'altre dia que ell era la víctima referent a un conflicte de relacions entre unes persones, i jo li vaig contestar que no era la única víctima. Tots som víctimes encara que un sempre creu que ell és més víctima que la resta. L'Ander també es sent víctima tot i que els jocs de poder puguin canviar (oi Ander?) i jo també em sento víctima (però jo sí que sóc la veritable víctima! (Oi Héctor?) Però l'esdevenir sempre pot seguir un camí inesperat que no s'havia previst i canviar moltes coses i amb tot, el replantejament de la nova situació és essencial i aleshores no tot és tan fosc com es veia ni un se sent tan deprimit com es sentia. I aleshores torna a repetir-se el mateix cicle i hi torna a haver desenganys, un es torna a sentir estafat. I la cosa torna a seguir el mateix procés. Pobre Llop i que afortunat a la vegada!

Eisenreich dijo...

En un dels meus dies aristotèl·lics, potser més aviat humià [de Hume, perquè ja sabem que Aristòtil no era pas materialista]...

en un d'aquests dies, un savi del segle XXI va dir-me:
"Però Héctor,jo no penso en ABSOLUT!"

En efecte, l'experimentació dels sentiments sempre és relativa.

Així, pretendre l' objectivitat en el subjecte és, novament, matèria de Plató,oi?

Eisenreich dijo...

...se m'acut ara, Martí...

serà aquesta dualitat l'essència de la genialitat?

xDD. Niezscthe deia que "fa falta un gran kaos interior per parir una estrella".
Bé, jo crec que vaig pel bon camí ;)

Anónimo dijo...

Estoy en profundo desacuerdo con Nietzche puesto que si a partir de un gran caos interior se parieran estrellas yo tendría subvenciones del gobierno por família numerosa... Pero en fin, volvamos al tema que nos ocupa.

Con respecto al comentario de Martí sobre "mi desgracia es más grande que la tuya" (no está con estas palabras, sino con otras sin duda mejor sonantes, pero ya se sabe que yo no tengo el don sin duda admirable de envolver las espinas en paquete de regalo), estoy completamente de acuerdo. Y si no, pensemos en cuando alguien nos pide consejo sobre un tema que le atormenta: (si la persona nos importa) le vamos a dar un consejo que creemos apropiado para la situación. Pero mirémoslo del otro lado: si los atormentados somos nosotros, diga lo que nos diga esa persona, su opinión (aunque la valoremos) tiene muchos puntos para parecer anémica dado que pensamos "esta persona no sabe por lo que estoy pasando yo". Volvemos al punto de vista Gollumiano de que la desgracia es NUESTRA y sólo NUESTRA y NADIE nos la va a quitar de encima porque no tiene solución.

Relacionando toda esta parrafada con El Principito... cuando algo nos amarga la existencia también estamos siendo domesticados por ese algo. Y esa domesticación no es en absoluto agradable (supongo que ningún lector es masoquista). Y ese pensamiento me amarga la existencia (¿estoy entrando en un bucle infinito?). Y entonces entro en una especie de camino tortuoso que lleva a desembocar en una idea que me aterra... "¿Estamos siendo domesticados constantemente por el medio que nos rodea?¿No podemos escoger qué queremos que nos domestique y que no?"

Tampoco quiero generalizar. Supongo que habrá mucha gente capaz de mantenerse al margen de toda influencia del entorno y vivir su vida estableciendo lazos con todo aquello que él/ella considere oportuno establecerlos. Yo no pertenezco al ¿dichoso? grupo que he mencionado anteriormente. A mi me domestica todo aquello que me provoque un sentimiento, ya sea bello, ya sea aterrante: desde la primera amapola de la primavera hasta la catastrofe más fatídica del planeta.

Pero, ahora que lo pienso mejor, casi que prefiero pertenecer al imperfecto grupo acuñado por el medio. Si yo escogiera aquello que me va a domesticar, seguramente las grandes catástrofes que pasan por el mundo o las catástrofes cotidianas que me rodean no entrarían en la lista de candidados a domesticadores. En cambio, el no escoger aquello que me domestica me hace ser permeable a todo y ya se sabe que el pueblo que no recuerda su historia (y que la analiza, os presento a mi vertiente matemática) está condenado a repetirla.

Después de todo, al final no voy a ser tan desgraciada como yo pensaba.

Anónimo dijo...

le petit prince ze de moese importance libree

Anónimo dijo...

Hi ha alguns punts interessants en el temps en aquest article, però no sé si veig a tots ells el centre al cor. Hi ha una certa validesa, però vaig a tenir opinió suspens fins que em veig en ell més. Bon article, gràcies i volem més! Afegit a FeedBurner, així